por Os contamos algunas pequeñas claves sobre las grasas, ese caballo de batalla para muchos que en ocasiones no ha recibido un juicio correcto. Debido a los amantes de las dietas rápidas, e incluso por parte de algunos expertos. Cada vez son más los argumentos y estudios médicos que demuestran que la guerra iniciada hace décadas en contra de las grasas ha sido injustificada. Alimentos como los frutos secos, el aguacate, las aceitunas o el pescado azul, han sido denostados y en muchas ocasiones apartados de la dieta habitual del ciudadano. Las dietas con un contenido bajo en grasas han ocasionado graves alteraciones metabólicas y de salud.
Grasas saludables
Lejos de su objetivo, incluso han provocado ralentización del metabolismo e incluso aumento de peso. Paradójicamente, en las sociedades donde existe un alto consumo de grasas, por ejemplo, en aquellas condicionadas por el frío y habitadas por esquimales, existe un menor índice de obesidad y muchas menos patologías cardiovasculares. La dieta de esas personas está compuesta en su mayoría por calorías en forma de grasas que provienen del pescado azul.
El desarrollo del cerebro humano se desarrolló en las cuencas de los mares, donde existía acceso a pescado con altos índices de Omega 3. Las grasas nos aportan colesterol, molécula madre para la construcción de hormonas tan importantes como la testosterona, estrógenos o progesterona. Las grasas omega 3 son antiinflamatorias y nos previenen de riesgos cardiovasculares e inflamaciones corporales.
Grasas insaturadas y sus beneficios
Un alto consumo de grasas insaturadas nos sensibiliza a la insulina y a los hidratos de carbono. De esta manera hace que se acelere nuestro metabolismo, algo que nos beneficiará en el descenso de grasa y retención de líquidos.
Intenta introducirlas cuando no comas hidratos de carbono de elevado índice glucémico como pasta, arroz, patata, fruta… otro de los beneficios colaterales de estas grasas es el aumento de los niveles de serotonina, neurotransmisor responsable de la paz y estabilidad mental, algo que también te permitirá adherirte mejor a la dieta o tratamiento que estés realizando. Todas estas razones son suficientes para otorgarle a las grasas un lugar justo y razonable dentro de nuestra nutrición, y suplementación, y también para convencernos de que algunos prejuicios imperantes y repetidos no son del todo ciertos.
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